Anorexia:
La
anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que
supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a
un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a
aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del
propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso
se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una
disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de
la ingesta de alimentos.
La
edad de inicio de la anorexia se sitúa en la primera adolescencia,
en torno a los 12 años, si bien la población más afectada se
encuentra entre los 14 y 18. Es más frecuente en las clases sociales
media y media-alta. En un 95 por ciento de los casos la anorexia
afecta a mujeres jóvenes, aunque en los últimos años se ha
producido un aumento en hombres, en mujeres adultas y en niños.
Existen colectivos más propensos a sufrir estos trastornos, es el
caso de las gimnastas, las bailarinas o las modelos
Cerca
del 95 por ciento de las personas que sufren este trastorno son
mujeres. Generalmente comienza en la adolescencia, a veces antes y
menos frecuentemente en la etapa adulta. La anorexia nerviosa afecta
primordialmente a las personas de clase socioeconómica media y alta.
En la sociedad occidental el número de personas con este trastorno
parece aumentar. La anorexia nerviosa puede ser leve y transitoria o
grave y duradera. Se han comunicado tasas letales tan altas como del
10 al 20 por ciento. Sin embargo, como los casos leves pueden no ser
diagnosticados, nadie
sabe exactamente cuántas personas tienen anorexia nerviosa o qué
porcentaje muere de ella.
Consecuencias
clínicas:
Las
pulsaciones cardiacas se reducen.
- Se producen arritmias que pueden derivar en un paro cardiaco.
- Baja la presión arterial.
- Desaparece la menstruación en las mujeres (amenorrea).
- Disminuye la masa ósea y, en los casos muy tempranos, se frena la velocidad de crecimiento.
- Disminución de la motilidad intestinal.
- Anemia.
- Aparece un vello fino y largo, llamado lanudo, en la espalda, los antebrazos, los muslos, el cuello y las mejillas.
- Estreñimiento crónico.
- La disminución del gasto energético produce una sensación constante de frío.
- La piel se deshidrata, se seca y se agrieta.
- Coloración amarillenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies por la acumulación de carótenos en las glándulas sebáceas.
- Las uñas se quiebran.
- Pérdida de cabello.
- Problemas con los dientes y edemas periféricos. Hinchazones y dolores abdominales.
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